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VIAJE SORPRESA
(5. LA TRACA FINAL!)
Dentro de un viaje único, marcado por importantes novedades, justo la noche anterior de retornar a Villajoyosa para preparar el viaje definitivo hacia Cataluña, el amado Benito me tenía preparada la traca final, por así decirlo, para cerrar con un broche de oro aquellos extraordinarios días de fiesta y de sorpresas.
Antes que nada debo confesar que de la serie de hipótesis que circulaban por mi cabeza a propósito de la pregunta que anunció que tenía preparada para mí, la que finamente llegó a mis oídos no la había contemplado en ningún momento. Una cuestión muy importante que necesitaba un marco especial como sólo él sabe encontrar. Concretamente me llevó a cenar, y a pasar una noche inolvidable, dicho sea de paso, en el hotel Arts de Barcelona. ¿Qué os parece? A esto se le llama tener estilo... ¡Y una buena tarjeta de crédito! Ja ja ja...
A la hora de los postres comenzó a hurgar nerviosamente en los bolsillos de su americana.
-¿Qué estás buscando? ¿Un tupperware para meter las sobras? Ja ja ja... Por cierto, ¡qué cena más deliciosa! ¡Poquito, pero muy bueno! Aunque la compañía lo supera con creces. Gracias por estos días tan maravillosos aquí en Cataluña, coronados por este regalo de la cena y lo que venga... Sé que la felicidad que hemos vivido será el preludio de muchos y muchos días alegres juntos.
-¡Yo también lo creo Consuelo! Mi existencia era tan gris hasta que te conocí. Ahora, en cambio, me siento inmensamente feliz y soy incapaz de imaginar una vida sin ti a mi lado, para siempre. Por eso mismo, te quería formular una pregunta que lleva mucho tiempo dando vueltas por mi cabeza, pero que no encontraba el momento oportuno para planteártela como es debido. Ahora, después de estos días maravillosos juntos en nuestra tierra, creo que ha llegado el momento de que me des una respuesta. Como siempre, acataré tu decisión sea del color que sea...
-¡Ay madre! ¡Va hombre, pregunta y no te enrolles más que pareces una persiana!
-Es que lo que tengo que cuestionarte es muy importante y por eso no he venido solo...
-¿A no? ¿Y a quien has traído contigo? ¿Al mayordomo? Ja ja ja...
-No, he traído conmigo esta cajita, o minitupperware, que no contiene un filete de buey de Nebraska, sino un...
-Oh, ¡Dios mío! ¡Qué pasada!
-Sino que contiene un precioso anillo de compromiso que no hace justicia a tu grandeza y belleza como ser humano...
-¡Oh, Benito de mi corazón! ¨Sí, sí, acepto. ¡Claro que sí!
-¡Pero si todavía no te he formulado la pregunta clave! Yo simplemente te quería preguntar si era tuyo el anillo. Lo he hallado en la cocina esta mañana...
-Ja ja ja... No era mío, pero lo será pronto. Eres maravilloso y para mí será todo un...
-Pero déjame formularte la pregunta, mujer. Las cosas deben hacerse correctamente según el protocolo.
-Ja ja ja... Bueno, pregunta antes que me lo piense mejor y...
-¿Quieres casarte conmigo, maravillosa, dulce, tierna y un largo etcétera, Consuelo?
-¡Que ya te he respondido, hombre! Ja ja ja... ¡Claro que sí! Significa un honor enorme para mí que hayas pensado en llevarme al altar. Seré extraordinariamente feliz el día que se haga realidad el sueño de ser tu esposa. Gracias y mil veces gracias, por ser único y por todo lo que me has dado en todo este tiempo.
- ¡Gracias a ti, mujer de mis sueños y de mis realidades!
Permitidme que lo deje aquí para hoy. No puedo evitar emocionarme mucho al revivir unos instantes tan gloriosos. Qué momento más grandioso que vivimos aquella jornada inolvidable. Y de la noche que pasamos en una suite del hotel ya mejor ni hablar... Ya os lo podéis imaginar. Absolutamente insuperable. ¡Este hombre hace magia! ¿De dónde habrá salido tan maravilloso? ¡Hay muy pocos hombres como él! Soy la mujer más afortunada del mundo en este aspecto. ¡Os lo aseguro!
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