CONSUELO [4]: 8. VIAJE SORPRESA (4. LA RESPUESTA DE LA ALMOHADA) (© JMPP 2013)

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VIAJE SORPRESA

( 4. LA RESPUESTA DE LA ALMOHADA )

     Sí, finalmente la almohada "habló" y lo hizo muy claro. No penséis que le resultó fácil, ¡eh! No fue hasta pasadas las cuatro de la madrugada cuando tomé una clara determinación ante la propuesta de mi querido Benito. Un hombre, por cierto, muy, muy listo. No tengo ninguna duda de que él siempre quiere lo mejor para mí, pero también para él, ¡claro! Se dio cuenta de inmediato que me sentía muy bien en mi regreso circunstancial a mi tierra y que esta circunstancia le iba que ni pintada para sus nobles propósitos. Y efectivamente era así. Pisar de nuevo las calles de mi querida Barcelona me ayudó a recuperar parte de la energía perdida en los últimos años, y sobre todo meses, en mi irregular "aventura" alicantina.

     Benito era consciente, como ahora mismo lo soy yo también, que la vida en la capital de la Marina Baja me había llevado a un callejón sin salida dentro del cual me iba consumiendo y apagando hasta un punto que, si no se  evitaba pronto, me podía llevar al colapso mental. Como en una especie de rescate de película, pero más sutil y menos espectacular, Benito vino a mi tierra de adopción a sacarme de aquel callejón sin salida donde había ido a parar y de donde era incapaz ya de moverme. La vida familiar me había llevado a vivir instalada en la aniquiladora rutina, a pesar de ser una mujer muy preparada y con capacidad para grandes retos personales. Posteriormente, la vida me puso ante situaciones muy desgraciadas que agotaron todos mis recursos hasta lanzarme contra las cuerdas. El primer directo que me dejó totalmente grogui me llegó con la muerte de mi querido esposo Pablo. El golpe casi definitivo lo recibí aquel desgraciado día en que mi hijo se quitó la vida. Necesitaba un revulsivo muy grande para recuperar la ilusión de vivir que había perdido por el camino y volver a levantar la cabeza para mirar hacia la inmensidad del horizonte de mi vida. En parte me llegó de la mano de mi familia de sangre, pero el empujón definitivo que necesitaba para sobreponerme me lo dispensó Benito haciendo posible que volviera a pisar mi Cataluña querida.

     Toda esta parrafada quiere servir para introducir mi respuesta a la inquietud de Benito. Seguramente ya habréis intuido -porque tengo las lectoras más listas del mundo- que finalmente me decanté por adelantar la vuelta a Cataluña. Sí, me sentía tan bien de nuevo en casa que me parecía inoportuno volver a Villajoyosa para permanecer allí medio año, por mucho que no me quitara de la cabeza que en aquella tierra querida tenía fuertes vínculos y lazos sentimentales muy profundos. Si ese era el futuro para Benito y para mí, cuanto antes empezáramos a construir nuestra ilusionante aventura como pareja, mejor.

     Decía al principio que mi Benito es un hombre muy inteligente. Me he quedado corta porque es inmensamente listo. Sabía perfectamente que si me proponía este cambio de planes después de unos días espléndidos, y después de “vaciar” las tiendas del Portal del Ángel, era más fácil que la respuesta fuera la que él quería oír. El pobrecito tenía ya mono de aula y se aburría infinitamente en Villajoyosa . Un mundo demasiado pequeño para una persona cosmopolita como él. Quería volver a su gratificante actividad lectiva y yo no podía quitarle la ilusión. Sinceramente creo que salíamos ganando los dos. Generalmente mis almohadas nunca se equivocan. Y os puedo asegurar que esta vez tampoco.

-Querido, tengo que decirte algo muy importante...

-¿Y no puedes esperar a mañana? Estaba soñando que me habían hecho Decano de la Facultad de Historia. Mi primera medida fue un aprobado general…

-¡Joder, no me extraña que te eligiesen! Ja ja ja... Bromas aparte, tengo una noticia que te gustará oír. No sé si tanto como ser elegido Decano, ¡pero al menos esta es posible!

-¡Y la de Decano también, no creas! No me subestimes que yo puedo llegar a donde me proponga…

-¡Es verdad! Llegaste a Villajoyosa y te llevaste mi corazón. Ja ja ja... Sabes algo, haré lo que tú quieres y estoy de acuerdo en adelantar la venida a vivir a Cataluña. Tú estás contento y yo también. ¡Tema aclarado! ¿Cuál es el siguiente?

-Ja ja ja... ¡Fantástico! Pero que conste que, como siempre, habría acatado tu sentencia fuera la que fuera. Ahora bien, no oculto que has elegido la respuesta que más me satisface. ¡Eres fantástica! Y en cuanto a los “ruegos y preguntas” tengo todavía alguna más, pero todo en su momento.

    Sin duda se puso muy contento. Es un hombre que se lo merece todo y hacerlo feliz a él es satisfacerme también a mí, ¡qué caramba! Por cierto, sus palabras me crearon una nueva incertidumbre que no puedo ocultar que me hizo dar muchas vueltas a la cabeza pensando de qué podría tratarse. En aquella noche de insomnio feliz elaboré algunas teorías sobre el contenido de lo que él llamó "ruegos y preguntas". Pronto desvelaré si iba por el buen camino en mis alegres elucubraciones de madrugada o totalmente equivocada. 

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