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LA CONDICIÓN HUMANA
(2.DISCRIMINACIÓ POR RAZÓN DE SEXO)
¿Os ha ocurrido alguna vez en
vuestra vida no poder ver a una persona considerada amiga por el solo hecho de
que es del sexo contrario? Mejor que no os pase porque es de lo más
desagradable. Me parecía que esta lamentable discriminación, en pleno siglo
XXI, en una sociedad creída abierta y democrática, era poco frecuente, pero
estos días he descubierto que una barbaridad así, que va en contra de cualquier
constitución democrática y de cualquier razonamiento igualitario, pasa más a
menudo de lo que pensaba. De hecho, lo he probado en las propias carnes y me ha
sabido muy mal. Pero yo no me he callado, ¡eh! Y ya sabéis qué pasa cuando
dentro de una amistad, o fuera de ella, das a conocer abiertamente lo que
opinas, por muy educadamente y respetuosamente que lo digas. Sí, en la mayoría
de los casos pierdes la amistad, o queda muy debilitada, y te quedas con cara de
tonto pensando que la víctima, paradoxalmente, acaba siendo vista como el
verdugo de aquella relación.
Dentro de las muchas amistades
de ambos sexos que tengo en XOXXIAL, hay una que consideraba especial por el
hecho de que esa persona (Y fijaos que digo " persona", no hombre, ni
mujer.) hasta ahora me había tratado con mucha corrección y se había mostrado
muy atento conmigo. También yo lo he tratado de forma especial y he tenido
largas conversaciones que han sido muy enriquecedoras, aparte de compartir agradables
ratos llenos de buena música, bellas fotos y escritos poéticos. Pues bien, esa
persona vive en Barcelona y creí oportuno pedirle de conocernos personalmente
ya que. al vivir cerca y visitar a menudo la capital me era realmente mucho más
sencillo que cuando vivía a 550 kilómetros. Pues bien, su respuesta fue
absolutamente sorprendente y hasta diría que delirante.
-Ya me perdonarás, Consuelo, pero mi mujer no ve bien que nos veamos.
-¿Cómo? ¿Lo he leído bien?
-Es muy celosa y cree que hay alguna intención extraña en el interés que
tienes por conocerme. Yo sé que tú tienes tu pareja, que la quieres mucho y que
no buscas más que saludarme y charlar un rato, pero ella es muy desconfiada...
-Perdona, Marcelo, pero lo que me acabas de decir no me entra en la cabeza.
¿Me estás diciendo que por el solo hecho de yo ser una mujer y tú un hombre
tengo vedado el paso a conocerte personalmente porque tu mujer presupone que yo
bebo los vientos por ti?
-Sí, se podría decir así…
-¡Vaya hombre! ¿No te das cuenta que me estáis discriminando por razón de
sexo? ¡Es absolutamente intolerable! ¡No puedes permitir esta actitud de
ninguna manera! Te tiene en un puño y te maneja como quiere. Realmente tenía
otro concepto de ti. Creía que tenías más personalidad. Si siempre que tu mujer
pone mala cara por algo que tu libremente decides hacer sin perjudicar a nadie
te bajas los pantalones acabarás agarrando una pulmonía porque ya no te los subirás
nunca más.
-¡No me gusta lo que me estás diciendo! Mi mujer no me mueve como un
muñeco, como parece que insinúas. Simplemente pasa que no quiero incomodarla y,
por lo tanto, siento decirte que no podremos vernos ni ahora ni nunca.
-Bien, bien. Intentaremos seguir con la amistad en la red y procuraré olvidar
que me habéis discriminado de esta manera, aunque ya te puedo adelantar que no
sé si lo conseguiré. Hay cosas que son muy difíciles de digerir, y esta apunta
a indigestión y de las gordas. ¿Crees que una buena amistad puede cojear de
esta manera? ¿Puede considerarse amistad una relación entre dos personas que se
auto-impiden verse porque un tercero sufre un delirio de susceptibilidad y de
sospecha? Permíteme que te diga que eso no es una amistad. No puede haber
desconfianza entre dos amigos. Y de forma directa, o inducida por tu mujer, me
estás demostrando una gran desconfianza que sinceramente me ofende
profundamente. Vamos a tomarnos un tiempo de reflexión sobre la situación que
está manchando gravemente lo que era una amistad brillante, divertida, ilusionante
y hasta enriquecedora. Simplemente estoy decepcionada. Espero que lo entiendas,
Marcelo.
Sí, efectivamente, esta
inesperada respuesta de Marcelo me ha molestado pero he intentado superarlo
pensando en los buenos, magníficos momentos que hemos disfrutado en XOXXIAL. Está
claro que la amistad se ha visto duramente perjudicada y que a día de hoy está
en stand by. La amistad de verdad es un "ser" frágil que debe cuidarse
con máxima atención y dedicación. Mi amistad con Marcelo ha recibido un varapalo
del que difícilmente sobrevivirá Me
quedaré, como decía, con el recuerdo de los magníficos momentos vividos juntos.
Es mi filosofía de vida. Ya he tenido demasiado malos momentos, mucho más
negativos que el que os he explicado, como para dejarme agobiar por anécdotas
como ésta. Bueno, quizás no es una anécdota que te discriminen por razón de
sexo, de raza o de creencia religiosa. ¿No os parece?
Hoy no os he hablado de mi madre
y de su ruptura con Manuel porque no hay novedades. Mañana voy a verla de nuevo
y voy a intentar averiguar, con delicadeza, como fueron exactamente los hechos
que desencadenaron la ruptura con el hombre que gasta tanga... femenino. ¡Ya os
contaré! Es que el tema de las relaciones humanas es muy complicado, amigas. Quizás
ya os habíais dado cuenta.
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